Volví

Y una vez más sólo puedo decir que de las ciudades que conozco (que tampoco es que sean muchas) Barcelona es sin duda mi preferida, sexta vez que voy, desde la primera vez que fui hace 12 años he visitado muchas otras pero sigue siendo la primera de mi ranking. ¿Por qué? Gaudí, sus casas y las farolas del Paseo de Gracia con un murciélago en la parte de arriba, la gente, el clima, la limpieza, el civismo, la cantidad de bicis que se ven, la familia que tengo allí, las tiendas, la Via Laietana, Las Ramblas y La Rambla de Catalunya, la crema catalana de verdad, el Mercado de la Boquería, cómo suena el catalán y lo bien que se entiende, Montjuic, el Tibidabo, muchas cosas...

Nunca he estado muy dispuesta a moverme, aunque estudié fuera volví al terminar y me daría muchísima pereza, vértigo y miedo una mudanza de ciudad, me sentiría incapaz por ejemplo de vivir en Madrid pero creo que podría vivir sin problemas, al menos una temporada, en Barcelona. Me atrapa y me quedaría a vivir cada vez que voy, además es grande pero manejable y fácil de abarcar. La próxima vez que vaya ¿me quedaré? a saber, could be yes could be no, tampoco sé ahora mismo cuándo voy a volver.

Tanto el finde con amigos como lunes y martes con familia ha sido super relajado: pasear, terracitas al final de la tarde, charlar, dormir un montón, no tener nada que hacer. Necesitaba relax y relax he tenido, vuelvo como la seda y el resto de la semana puedo hacer lo que quiera, el jueves tengo que trabajar pero el viernes si hace bueno me iré a la playa y si no me quedaré por aquí a ver qué se siente un finde en casa después de siete seguidos por ahí. Me encanta no tener nada planeado, nada en la agenda y poder hacer unos días lo que quiera dejando todo a la improvisación, si el finde hace bueno cojo el coche y me largo y si hace malo o no me apetece moverme me quedo aquí. Mañana miércoles no trabajo así que mi único plan es ir al súper y salir por la noche, qué estres más grande!!!!!

El único "problema" ha sido lo que le ha pasado a mi dinerito porque a mí no se me puede dejar un día entero sola por el Paseo de Gracia y encima de rebajas, como en Londres no pude comprarme nada porque no tuve tiempo ni espacio en la maleta ayer me saqué la espinita consumista en Barcelona. Dejé parte de la maleta vacía y no he tenido mayor problema en llenarla, digamos que algunas cosas las necesitaba, otras eran regalos, otras caprichitos tontos y luego estaba el capricho no tan tonto: otro pantalón que tampoco necesitaba. Pero es que no es mi culpa que la dependienta fuera una encantadora yogurina extranjera con un acento precioso, me probé dos pantalones y enseguida me dijo cuál me quedaba mejor, que si no hace falta que cojas el bajo porque doblado queda muy bien y se agachó a doblarlo, que si te queda muy bien que si tal que si cuál que tengo otro pantalón más. La otra opción era pasarla a buscar al cierre para invitarla a cenar pero creo que me habría salido más caro, que seguro que las cenitas en los restaurantes no tenían rebajas del 50% como las tiendas de pantalones. Soy lo peor, mucho mucho dinero no palmé pero al abrir la maleta en casa me daba no sé qué ver la de cosas nuevas que tenía.

Y nada más llegar, deshacer la maleta y poner la colada me he cogido la bici y me he metido un paseíto de 20 km, que desde junio no había dado ninguno largo. Genial, hacía todavía calor pero ya soportable y por el camino anochecía así que al final puse las luces. Una niñata de 8 años con su mamá no paraban de adelantarme, yo no sé qué les dan de comer a estos micos para que corran así, al final las perdí pero me costó, me estoy haciendo mayor. Supongo que mañana me dolera el culo pero me es igual porque no tengo nada que hacer en toda la mañana más que descansar, al súper por supuesto iré por la tarde. Y por la noche otra vez fiesta fiesta, a ver qué me depara este miércoles, nada bueno, seguro, pero me lo volveré a pasar muy bien, eso siempre.

CUÁNTA PAZ INTERIOR, QUÉ BIEN