Pereza

Me da pereza todo, será el cambio de tiempo tan radical que me da hasta miedo o será que acumulaba mucho cansancio y bastante estress, pero la cuestión es que no tengo ganas de salir, ni de actualizar ni de hacer nada de provecho. El sábado no salí, cuando se lo dije a mi madre pensó que me pasaba algo, pobrecilla, que quería llevarme al médico a hacerme unos análisis y todo porque no se creía que estuviese simplemente agotada y con ganas de no hacer nada por el frío.

Eso sí, por fin fui a ver la peli de Woody Allen, que si la dejo un poco más la quitan. No es un peliculón ni mucho menos, evidentemente no todas sus pelis son tan buenas como Match Point, pero es entretenida, los personajes zumbaos casi todos, algo de humor negro y chicas monas, eso siempre. Ideales las dos del escritor, tanto su mujer como la india con la que se lía, es que a mí las de estilo Pocahontas me gustan mucho mucho, tienen un no sé qué que qué sé yo.

Y este finde, haga bueno o malo, me dé pereza o no sí que toca salir porque tengo doble cumpleaños y vamos a ir ciento y la madre, pinta muy pero que muy bien aunque ahora mismo sólo de pensarlo me den ganas de ponerme el pijama y meterme en la cama. Tenemos que pensar los regalos porque conocemos a muchos de los invitados de una así que vamos a juntar bastante pasta para un regalo lucido, pero de la otra no tanto y no queremos que quede un regalo birrioso en comparación con el otro, habrá que pensar un poquito. Pensar pensar pensar... buff, también me da pereza, que piense Rita que si no siempre pensamos las mismas. Que por cierto, resulta que tienen principios porque las he metido fichas a unas cuantas y no hay manera, o tienen principios o son unas estrechas o vete a saber porque no caen ni con unas copitas de más, mucha risa las hace pero nada de nada. Y eso que no ataco a las emparejadas, que yo eso lo respeto mucho, sólo a las que están a dos velas, pues nada, que no hay manera, qué gente...

Mi querido hermanito vive en Barcelona así que le dije que si se cruzaba el domingo con Susan (Su Santidá) le diese recuerdos de mi parte, seguro que nos llevaríamos estupendamente bien, porque el trabajo me hace sentir realizada pero el hogar no me realiza mucho que digamos, y ya si se entera que soy de la otra acera fijo fijísimo que quiere conocerme, casi casi tanto como yo a él. Vaya circo que han montado, y encima para nada porque ni mucho menos ha tenido el éxito que se esperaban, parece ser que había calles medio vacías a su paso. Y me encantaron las parejas gays besándose al paso del Papamóvil, plantando cara al gran homófobo, como debe ser.