Ciao ciao 2010

El año de la sinceridad, en el que me enamoré como nunca aunque para no variar de la persona equivocada, en el que cargué las pilas de optimismo y buen rollo y no he parado ni un momento. El que iba ser y ha sido mi año y por eso brindé en las uvas el año pasado, el de salir hasta morir, quedar a todas horas, dormir poco, abrirme un blog, viajar todo lo que he podido y a la pereza que la den por saco. El de reirme un montón, hablar de mis cosas con los amigos con toda naturalidad, recibir todo el cariño del mundo y un poco más. El año de conocer gente nueva estupenda que espero que no desaparezca nunca, el año en el que dicen que me ha cambiado la cara y puede que sea verdad.

Empezó de una forma un tanto turbulenta porque al principio fue difícil, muy muy difícil, pero luego todo va fluyendo y la paz interior alcanzada poco a poco no tiene precio. El año en el que me dijeron que se alegraban muchísimo de haberme conocido por fin, después de 15 años creyendo conocerme. El año de los abrazos y el apoyo infinito.

Por si alguien no sabe de qué estoy hablando: el año en el que salí del armario con mis amigos. Y quien diga que no hace falta, que los heteros no van pregonando que les gustan los del otro sexo así que para qué lo voy a ir pregonando yo, que vuelva a leer los dos primeros párrafos del post, porque al menos en mi caso era un necesidad imperiosa que me ha dado las mayores satisfacciones de mi vida. Parece mentira las ganas de vivir que me ha dado algo tan simple como expresar mis sentimientos, pero sí, no es que antes fuera una amargada pero sí muy retraída, quizá para evitar que me preguntaran nada. Se acabó, que la vida son dos días y uno va a llover.

Y como muestra de las ganas de hacer cosas: si hace año y pico me proponen las amigas ir a pasar la Nochevieja en el extranjero las digo que no, porque puff, qué pereza, mejor en casita tranquilamente y tal y tal y tal. Pues me lo propusieron hace un mes y ni me lo pensé, en unas horas me voy a Dublín a cerrar el 2010 como se merece y a abrir un 2011 que debería darme no menos satisfacciones.

A pasarlo bien, FELIZ AÑO A TODAS y a partir del domingo sin humo en los bares, que ya era hora.

También ha sido el año en el que el mes de agosto arrancó de nuestras vidas a mi prima con muy muy pocos años, tocaba porque estaba desahuciada hacía tiempo pero no es justo para quienes la queríamos. DEP, seguro que se ha reencarnado en alguien maravilloso que no tenga que sufrir como sufrió.