Regalitos y demás

En mi familia los regalos se dan el día que estamos todos, unos años toca Papá Noel, otros Nochevieja y otros Reyes. Este año sólo nos juntamos en Navidad así que tocó anoche. Había cosas muy chulas para todos y otras que se van a cambiar, como en todas partes: “bueno, no es que no me guste... pero... igual voy el lunes a la tienda a ver qué más tienen...” lo típico . Entre ellas un libro que mi madre ha regalado a mi padre y viceversa, se han copiado mutuamente así que una unidad del libro repetido está en el montoncillo de cosas para cambiar con su tiquet regalo. Me parece bonito que se hayan regalado el mismo libro, ahora lo leerán por turnos y el que se compren con el cambio les tocará luego.

A mí me han tocado muchas cositas y entre ellas también 3 libros, con uno me ha dado la risa: “Hombres de Hollywood” toma ya!!!!! Huele a testosterona una barbaridad, no me podría haber tocado el de “Musas de Hollywood” no... si mi hermanito supiera... pobre ignorante... Pero que yo me lo quedo, bonito es y tiene la filmografía de un montón de actores, desde Rodolfo Valentino hasta Will Smith. También me han tocado complementos varios y con uno me he asustado: un broche con el perfil de ET en la cesta de la bici de Elliot: mi foto de perfil del blog ¿alguien de mi familia leerá el blog? casi se me para el corazón del susto, pero he preferido ser racional y pensar que al fin y al cabo es una peli y una imágen que me encanta y lo saben, así que casualidades de la vida... que si pienso otra cosa... cierro el blog ahora mismo. Y no quiero.

Y a la vuelta de Dublín iré a una tienda de Madrid a autorregalarme un casco para la bici muy bonito que he visto en una revista, porque sí, soy una incauta y voy por ahí a cráneo descubierto, ya que he tenido la suerte de no abrírmelo aún no voy a volver a usar la bici hasta que no me lo compre. He dicho. Y si me despeino me despeiné y si un día no me pega con la ropa que pensaba ponerme me pongo otra cosa, que no quiero quedarme tontita de un golpe.

Cuando ayer llegué a cenar me dijo mi madre que por una noche me quedara a dormir con ellos, que al día siguiente iba a tener que volver para la comida de Navidad y hacía mucho frío, y alguien añadió que me iba a quedar dormida en el sofá y luego me iba a tener que ir a las mil arrastrándome por la calle con un ojo cerrado y congelada. Muy ofendida les dije que no, que yo tenía mi casa para dormir y además me estaba reformando y ya no me quedaba dormida en el sofá. MENTIRA, antes de que acabase “La vida de Brian” ya estaba frita, me abandonaron vilmente en el sofá y a las 4 y pico me desperté tiritando porque ni me habían puesto una mantita por encima, así que me tomé un poco de turrón para coger calorías y me arrastré hasta mi casa congelada y con un ojo cerrado como habían vaticinado. Igual el año que viene soy un poco humilde y me quedo, ya veré, falta mucho.